El domingo 23 de abril, día del libro, tuvimos en el Cedé nuestra propia leyenda. La leyenda del equipo que se aferra a la categoría remontando en 45 minutos el gol inicial del equipo local en un partido en el que ambos equipos nos jugábamos todo. 3 goles que nos insuflan una dosis más de optimismo en una situación muy complicada pero que peleamos cada partido, como demostramos tras este 1-3.
La primera parte fue, como suele ocurrirnos, de dominio y ocasiones claras de los nuestros, pero con palos y paradones que evitan el primero y con una contra tras una jugada a saque de córner con muchas segundas jugadas que da en un palo y posteriormente un defensa saca sobre la línea. Tras esta jugada sobre el primer cuarto de hora, el equipo no se amilanó y siguió atacando y creando ocasiones, pero sin lograr el empate antes del descanso.
La segunda mitad empezaba con un cambio en la media de Omar por Marquitos para buscar y aprovechar los huecos en medio campo con un perfil diferente, y dio resultado. A los 5 minutos de segunda mitad, Joao Bravo ponía las tablas en el marcador. Y este sólo sería el comienzo del recital ofensivo del Cedé. Exceptuando 12 minutos desde el 60 al 72 que el Olot tuvo ocasiones muy claras que atajó Miguel de la Osa, erigiéndose como uno de los hombres del partido.
Las ocasiones llegaron a través de Marquitos, Pepe Bernal, Pol Ballesteros, las incursiones de Joao y de Llario o de Barace que fue el último en entrar y que provocó, en el 90, el penalti que nos daba la remontada. La pena máxima la ejecutaba Juan Antonio, que 1 minuto después tras una gran presión en equipo se apuntaría un doblete con un disparo desde el borde del área que entraba y ponía el 1-3 final en el marcador.
Marcos Contreras, entrenador del primer equipo, alabó el gran esfuerzo de todos y valoró los grandes minutos de Miguel especialmente, que sostuvo al equipo con el 1-1, además de recordar que, de momento, una jornada más seguimos vivos y lo vamos a dar todo por salvarnos.